| Trastorno obsesivo-compulsivo 
 1 ¿Qué es el TOC  –trastorno obsesivo compulsivo?
 2 Criterio  diagnóstico DSM
 3 Criterio  diagnóstico CIE
 ¿Qué es el TOC –trastorno obsesivo  compulsivo?El trastorno  obsesivo-compulsivo incluye pensamientos ansiosos o rituales que se cree no poder  controlar. Si padece este trastorno puede encontrarse atrapado por imágenes o  pensamientos persistentes y no deseados o por la urgente necesidad de realizar  ciertos rituales.Es posible que la  persona se obsesione por los gérmenes o la suciedad, por lo que lavará sus  manos una y otra vez; o sentirse lleno de dudas y necesite verificar las cosas  repetidas veces. También son posibles pensamientos frecuentes de violencia y  miedo a herir a personas cercanas. Puede pasarse mucho tiempo tocando o  contando cosas o sentirse preocupado por el orden y la simetría, incluso pueden  sobrevenir pensamientos de realización de actos sexuales que le resulten  repugnantes o ser atacado por pensamientos que van en contra de sus creencias  religiosas.
 Estas imágenes o  pensamientos se denominan obsesiones y los rituales que se realizan para tratar  de prevenir o zafarse de ellos, compulsiones. No existe placer alguno en la  realización de estos rituales, sólo un breve alivio de la ansiedad que crece  cuando no se llevan a cabo.
 "No podía hacer  nada sin rituales e invadían cada aspecto de mi vida. La necesidad de contarlo  se había apoderado de mí. Debía lavarme la cabeza tres veces seguidas en lugar  de una porque tres era un número de buena suerte y el uno, no. No podía leer a  la velocidad normal ya que tenía que contar las líneas de cada párrafo. Cuando  conectaba la alarma por las noches, debía fijarla en un número que sumandos no  diera un “mal” número.
 “El acto de vestirme por  las mañanas también era duro ya que tenía una rutina y si no la seguía, me  ponía ansioso y debía volver a vestirme. Temía que de no hacerlo así, mis  padres iban a morir. Tenía el pensamiento terrible de que iba a herir a mis  padres; era completamente irracional pero ello generaba más ansiedad y más  comportamiento sin sentido. El tiempo que invertía en rituales, me impedía  hacer muchas cosas importantes para mí. Sabía que los rituales no tenían ningún  sentido y me avergonzaba de ellos pero no podía controlarlos a pesar de la  terapia”.
 Muchísimas personas  sanas quizá se identifiquen con alguno de los síntomas relatados anteriormente,  como comprobar el horno varias veces antes de irse de casa. Pero para las  personas afectadas con el trastorno obsesivo-compulsivo, dichas actividades  ocupan por lo menos una hora al día, son muy estresantes e interfieren con la  vida diaria del individuo.
 La mayoría de adultos  con estos trastornos reconocen que su actitud no tiene sentido, aunque no  pueden parar de hacerlo. Algunas personas, sin embargo, particularmente niños,  pueden no darse cuenta de que su comportamiento no es común.
 Los trastornos  obsesivo-compulsivos afectan alrededor de 3,3 millones de adultos americanos y  se presenta por igual en hombres y mujeres; por lo general aparece en la niñez,  adolescencia y en los primeros años de la madurez. Un tercio de los adultos con  este trastorno informan haber tenido sus primeros síntomas cuando eran niños.  El curso de la enfermedad es variable –los síntomas se pueden presentar y  después marcharse, pueden disminuir a través de los años o pueden agravarse. La  investigación sugiere que este trastorno podría presentarse en la familia.
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 A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:
 
 Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
 
 1. pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se  experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y  causan ansiedad o malestar significativos
 2. los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones  excesivas sobre problemas de la vida real
 3. la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o  imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
 4. la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos  son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del  pensamiento)
 
 Las compulsiones se definen por 1 y 2:
 
 1. comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos,  comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en  silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en  respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir  estrictamente
 2. el objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención  o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación  negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no  están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o  prevenir o bien resultan claramente excesivos
 
 B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas  obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales.
 Nota: Este punto no es aplicable en los niños.
 
 C. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo,  representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren  marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o  académicas) o su vida social.
 
 D. Si hay otro trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se  limita a él (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario,  arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia  en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un  trastorno por consumo de sustancias, preocupación por estar padeciendo una  grave enfermedad en la hipocondría, preocupación por las necesidades o  fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad  en el trastorno depresivo mayor).
 
 E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia  (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
 
 Especificar si:
 Con poca conciencia de enfermedad: si,· durante la mayor parte del tiempo  del episodio actual, el individuo no reconoce que las obsesiones o compulsiones  son excesivas o irracionales.
 
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 CRITERIOS CIE-10 PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO OBSESIVO- COMPULSIVO.
 
 La característica esencial de este trastorno es la presencia de pensamientos  obsesivos o actos compulsivos recurrentes. Los pensamientos obsesivos son  ideas, imágenes o impulsos mentales que irrumpen una y otra vez en la actividad  mental del individuo, de una forma estereotipada. Suelen ser siempre  desagradables (por su contenido violento u obsceno, o simplemente porque son  percibidos como carentes de sentido) y el que los padece suele intentar, por lo  general sin éxito, resistirse a ellos. Son, sin embargo, percibidos como  pensamientos propios, a pesar de que son involuntarios y a menudo repulsivos.  Los actos o rituales compulsivos son formas de conducta estereotipadas que se  repiten una y otra vez. No son por sí mismos placenteros, ni dan lugar a  actividades útiles por sí mismas. Para el enfermo tienen la función de prevenir  que tenga lugar algún hecho objetivamente improbable. Suele tratarse de  rituales para conjurar el que uno mismo reciba daño de alguien o se lo pueda  producir a otros. A menudo, aunque no siempre, este comportamiento es  reconocido por el enfermo como carente de sentido o de eficacia, y hace  reiterados intentos para resistirse a él. En casos de larga evolución, la  resistencia puede haber quedado reducida a un nivel mínimo. Casi siempre está  presente un cierto grado de ansiedad. Existe una íntima relación entre los  síntomas obsesivos, en especial pensamientos obsesivos, y la depresión. Los  enfermos con trastornos obsesivo-compulsivos tienen a menudo síntomas  depresivos y en enfermos que sufren un trastorno depresivo recurrente (F33.-) a  menudo se presentan pensamientos obsesivos durante sus episodios de depresión.  En ambas situaciones el incremento o la disminución en la gravedad de los  síntomas depresivos se acompaña por lo general por cambios paralelos en la  gravedad de los síntomas obsesivos.
 El trastorno obsesivo-compulsivo es tan frecuente en varones como en mujeres y  la personalidad básica suele tener rasgos anancásticos destacados. El comienzo  se sitúa habitualmente en la infancia o al principio de la vida adulta. El  curso es variable y, en ausencia de síntomas depresivos significativos, tiende  más a la evolución crónica.
 
 Pautas para el diagnóstico
 
 Para un diagnóstico definitivo deben estar presentes y ser una fuente  importante de angustia o de incapacidad durante la mayoría de los días al menos  durante dos semanas sucesivas, síntomas obsesivos, actos compulsivos o ambos.
 
 Los síntomas obsesivos deben tener las características siguientes:
 
 a) Son reconocidos como pensamientos o impulsos propios.
 
 b) Se presenta una resistencia ineficaz a por lo menos uno de los pensamientos  o actos, aunque estén presentes otros a los que el enfermo ya no se resista.
 
 c) La idea o la realización del acto no deben ser en sí mismas placenteras (el  simple alivio de la tensión o ansiedad no debe considerarse placentero en este  sentido).
 
 d) Los pensamientos, imágenes o impulsos deben ser reiterados y molestos.
 
 Incluye:
 Neurosis obsesivo-compulsiva.
 Neurosis obsesiva.
 Neurosis anancástica.
 
 Con predominio de pensamientos o rumiaciones obsesivos:
 
 Pueden tomar la forma de ideas, imágenes mentales o impulsos a actuar. Su  contenido es muy variable, pero se acompañan casi siempre de malestar  subjetivo. Por ejemplo, a una mujer le puede atormentar el temor de no poder  resistir en algún momento el impulso de matar al hijo querido, o por la  cualidad obscena o blasfema y ajena a sí mismo de una imagen mental recurrente.  A veces las ideas son simplemente banales en torno a una interminable y casi  filosófica consideración de alternativas imponderables. Esta consideración  indecisa de alternativas es un elemento importante en muchas otras rumiaciones  obsesivas y a menudo se acompaña de una incapacidad para tomar las decisiones,  aún las más triviales, pero necesarias en la vida cotidiana.
 La relación entre rumiaciones obsesivas y depresión es particularmente íntima y  se elegirá el diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo sólo cuando las  rumiaciones aparecen o persisten en ausencia de un trastorno depresivo.
 
 
 Con predominio de actos compulsivos (rituales obsesivos):
 
 La mayoría de los actos compulsivos se relacionan con la limpieza (en  particular el lavado de las manos), con comprobaciones repetidas para  asegurarse de que se ha evitado una situación potencialmente peligrosa, o con  la pulcritud y el orden. En la conducta manifiesta subyace por lo general un  miedo a ser objeto o motivo de un peligro y el ritual es un intento ineficaz o  simbólico de conjurar ese peligro. Los rituales compulsivos pueden ocupar  muchas horas de cada día y suelen acompañarse a veces de una marcada  incapacidad de decisión y de un enlentecimiento. En conjunto, son tan  frecuentes en un sexo como en el otro, pero el lavado de manos ritual es más  frecuente en las mujeres y el enlentecimiento sin repeticiones es más común en  los varones.
 Los rituales están menos íntimamente relacionados con la depresión que los  pensamientos obsesivos y responden con mayor facilidad a las terapéuticas de  modificación del comportamiento.
 
 Con mezcla de pensamientos y actos obsesivos:
 
 La mayoría de los enfermos con un trastorno obsesivo-compulsivo presentan tanto  pensamientos obsesivos como compulsiones. Esta subcategoría debe ser usada  cuando ambos son igualmente intensos, como es frecuente, aunque es útil  especificar sólo uno cuando destaca con claridad ya que pensamientos y actos  pueden responder a tratamientos diferentes.
 
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 * Nota: La información facilitada en este  portal es sólo de carácter orientativo. Recuerde que únicamente el profesional  de la salud está capacitado para efectuar un diagnóstico.
 Fuentes:NIMH (Instituto Nacional de la Salud Mental)
 DSM- IV (Asociación Americana  de Psiquiatría)
 CIE -10 (Organización Mundial  de la Salud)
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